LARACHE VII - 1951
LECCIONES DE AERONÁUTICA
Durante unos diás, supongo que por las tardes, mi padre me enseñó a hacer aviones de papel.
Los lanzaba por la casa y yo maravillado veía como se sostenian en el aire. Mi padre incluso creo que intentó que comprendiera por qué pasaba pero yo estaba muy distraido con la pura alucinación de ver como volaban aquellos avioncitos de papel. Los tirábamos y caian cerca, los volvíamos a coger y repetíamos la maravilla.
Una tarde que estaba solo en la terraza se me ocurrió construir un avión de papel. Al poco rato tenía una hoja blanca y obtenia el avión que por primera vez lo hice solo. Lo lancé sobre el murete de la terraza y su vuelo era dulce y constante, permanente en el aire cálido de Marruecos.
Miré sus gracias volanderas durante un minuto y al poco desapareció de mi vista.
Esperé y esperé y al final saqué la consecuencia de que mi padre no dominaba tanto la aeronáutica como yo pensaba. ¿como es que no volvía?
El avión nunca volvió.