lunes, 28 de enero de 2008

POÉTICA DE BOLSILLO
ALGO MIO EN EL OESTE AMERICANO, PERDIDO.

Del más mínimo humano siempre oí orgullo de su pasado
aunque su mérito residiera en ser vecino de una vaca con dos rabos.
Escarbo en mis vetas ancestrales y no encuentro gloria tamaña ni cuento glorioso.
Trasiego la arena, hundo la pala una y otra vez y nada.
Canto una balada y es como si pusiera un telegrama.
Mis botas están mojadas y mis canas enredadas entre tres o cuatro ideas que no sustentan nada. Agito mi cedazo y solo veo aire cuadriculado.
No es buena mi jornada, no vale la pena.
Vivo gracias al acierto de una matemática no inventada.
Es improbable que exista alguien como yo.
Araño el aire y me rompo las uñas.
Soplo en la roca y se deshace.
Ni una pepita.
Solo un telón cayendo rápidamente.
Levanto la vista y rio abajo algo flota entre las aguas
y mi mirada se idiotiza en dirección a la frontera.