LARACHE V - 1951
EL LADRON DE LA CHUMBERA
Una tarde silenciosa en la terraza me dediqué a confeccionar un avión de papel. No recuerdo de donde saqué la sabiduría para hacerlo. Pero me acuerdo que lo hice. Cuando el avión estaba preparado lo lancé sobre el murete de la terraza y planeó mucho tiempo, unos dos minutos. Hoy supongo que gracias a las fuerzas ascensionales del aire debido a la gran temperatura. El caso es que yo pensaba que el avión volvería y me quedé como una hora esperando. Mirando el desierto y la calle y del avión: Nada.
Estaba yo esperando a que el avión volviera cuando oí gritos y lo que hoy sé que eran disparos. Una persona corría por el desierto con una maleta en las manos y los que le seguian estaban a punto de alcanzarlo. Entonces, lo recuerdo muy bien, tiró la maleta entre las chumberas y salió por pìernas mientras dos o tres soldados se olvidaron de él y recogieron la maleta. Quizá los propios soldados desvalijaron la maleta y echaron en sus declaraciones la culpa al ladrón.
Cuando les conté a mis padres lo que había visto nuevamente sentí sus miradas preocupadas.
"Vaya niño nos ha tocado", sentí que pensaban.
Veo chumberas en Mallorca y me dan ganas de tener una maleta en la mano.
EL LADRON DE LA CHUMBERA

Estaba yo esperando a que el avión volviera cuando oí gritos y lo que hoy sé que eran disparos. Una persona corría por el desierto con una maleta en las manos y los que le seguian estaban a punto de alcanzarlo. Entonces, lo recuerdo muy bien, tiró la maleta entre las chumberas y salió por pìernas mientras dos o tres soldados se olvidaron de él y recogieron la maleta. Quizá los propios soldados desvalijaron la maleta y echaron en sus declaraciones la culpa al ladrón.
Cuando les conté a mis padres lo que había visto nuevamente sentí sus miradas preocupadas.
"Vaya niño nos ha tocado", sentí que pensaban.
Veo chumberas en Mallorca y me dan ganas de tener una maleta en la mano.