POÉTICA DE BOLSILLO
TANGO DEL NIÑO MIRÓN
Ya no me importa, como antes,
hacer el tango a altas horas
disimulando azules, añiles y violetas
bajo la sombra ladina de un sombrero
cómplice en garabatos
sobre adoquines porteños
llenos de plata de escamas y olores de lágrimas.
“Fuiste la culpable de mi absoluta derrama
por las pendientes de la vida de poza en poza
cada vez más emponzoñadas”. Dijo la letra
y asentimos amarraditos.
Alma que me tocaste en suerte
una noche de fanales apagados
donde la luz era misterio y la sombra
una guadaña que los misterios destripaba
el canto de los gemidos, el alcohol y la danza
de carnes inexistentes justo, hasta aquella mañana
que amanecí en las arenas mojadas de tus ancas.
Nos encontramos y desde entonces
carne y uña desaforadas
hemos estado juntos bailando este tango
de noches, de desaprovechadas esperanzas
donde el bandoneón
suena con suspiros de puta encinchada
en jerseis de rayas azules y blancas
como las olas del mar que o nos da la vida,
o nos la mata.
Entre corto y paso largo
entre bordón y filigrana,
entre tornillo, plante y beso
por encima de tu hombro veo
en la puerta de la taberna, un chiquillo.
Y también miro, en la suya, mi mirada.
Y es cuando haces como que te desmayas y te entregas
con el suspiro final del tango que ya se acaba.
Barcelona día de la Mercé 2009 -Para ellas.