ESTAMPAS HERCULINAS - 07
HAY CIERTOS VIENTOS QUE...
El Noroeste es una esquina que,
aunque técnicamente imaginaria,
puede aprisionar en sus coordenadas
el alma de los desarraigados
que algún día la traicionaron
yéndose lejos, buscando lo que no sabían
que se habrían de encontrar.
Hubo traidores como yo que se deleitaron con los amaneceres
del Mediterráneo ignorando que los celos del Atlántico
crecían a sus espaldas procidentalmente cosnpícuos
con grises humores de nubes amenazadoras
que esperaban el retorno del hijo impródigo.
El tiempo, conspirando con la geografía y la muerte,
convocó a nuestro héroe al retorno
norzenital y aprovechándose de las claves que tiene con la vida
va y le dice con todo el morro con el que una potencia inhumana puede hablar:
A partir de ahora eres tú el que estás
en primera línea. Entretente mientras
las tareas del mundo te encadenan a la tierra
donde, aunque no te guste, perteneces
pues aunque hayas elegido otra estancia más confortable no olvides
que fui yo quien te eligió a ti primero aquí, en esta tierra
y en esta humedad, en este aire frígido, en esta melancolía de paisaje
invertebrado, en esta tierra que, NO INTENTES NEGARLO, es la tuya. Acabó gritando.
No me asusté, bueno solo un poco. Aunque he de reconocer
que no me gustas del todo tierra y viento del NW me pareces de lo más interesante,
le dije para intentar aplacar sus celos.
Como ejemplo le puse que mientras toda la gente protestaba
por su incesante lluvia a mí me gustaba ese múltiple beso
de vida que dejaba sobre mi rostro.
Además también te digo, digo que le dije,
me gusta pasear por esta esquina y encontrarme conmigo mismo
en múltiples calles y escenas donde me veo de joven, casi niño.
En ese momento sentí que había ganado la partida y el NW
relajó su semblante y me confesó que el realidad era un viento
como todos los demás y allí donde estuviese él, estaría dispuesto
a llevarme mi propia imagen así estuviese yo en Calcuta
o en el desierto de Sonora.
Fue cuando supe que había ganado mi lucha contra el viento del NorOeste.
viernes, 26 de marzo de 2010
jueves, 25 de marzo de 2010
ESTAMPAS HERCULINAS - 06
HABANERAS EN EL HOSTAL MIAU DE A CORUÑA
No hablo por mí si no por los fantasmas avejentados que veo,
agarrados a una guitarra y a siete vinos de calidad modesta
que les alegra los dedos sobre las cuerdas de naylon.
Veo tristeza, frustración, deseo inalcanzable
y voces disonantes que intentan coordinarse
en el canto grupal de unas melodías antañonas
que parecen surgir de un grupo subterráneo de lemures
supervivientes de un suicidio colectivo.
Admirables resistentes que decidieron
no seguir a la manada por el precipicio de la desesperación.
Cantan y van muriendo sin enojarse,
se jalean entre ellos, se arrebatan la guitarra,
se mofan de la afinación imperfecta del compañero
y se recuerdan unos a otros versos de canciones intemporales.
Alguna mano consoladora sobre un hombro
y un camarero que atiende los vasos
mientras las piernas marcan entre charcos etílicos
el ritmo de una canción popular del siglo pasado.
Estoy casi solo y sin embargo muy acompañado.
HABANERAS EN EL HOSTAL MIAU DE A CORUÑA
No hablo por mí si no por los fantasmas avejentados que veo,
agarrados a una guitarra y a siete vinos de calidad modesta
que les alegra los dedos sobre las cuerdas de naylon.
Veo tristeza, frustración, deseo inalcanzable
y voces disonantes que intentan coordinarse
en el canto grupal de unas melodías antañonas
que parecen surgir de un grupo subterráneo de lemures
supervivientes de un suicidio colectivo.
Admirables resistentes que decidieron
no seguir a la manada por el precipicio de la desesperación.
Cantan y van muriendo sin enojarse,
se jalean entre ellos, se arrebatan la guitarra,
se mofan de la afinación imperfecta del compañero
y se recuerdan unos a otros versos de canciones intemporales.
Alguna mano consoladora sobre un hombro
y un camarero que atiende los vasos
mientras las piernas marcan entre charcos etílicos
el ritmo de una canción popular del siglo pasado.
Estoy casi solo y sin embargo muy acompañado.
sábado, 20 de marzo de 2010
ESTAMPAS HERCULINAS - 05
O TEMPO E UNA SERPE CHEIROSA
"Ágoa sobre as nosas frontes,
serpes cheiradas de odio
deslizándose a carón do miño ánimo
mientras os labios escuman o asco
do voso reptil movemento.
Lémbranos as vosas danzas
o espacio fabuloso do voso tempo
facendo que a nosas ánimas acheguen a estar
tremosas y asustadas
contemplando a vosa danza
sin final e sin propósito.
Serpes implacabeis to tempo
que percorre as nostras vidas
sinuosoamente sobre as nosas
tetas, a nosas nalgas,
habéis de saber que nunca
seremos os vosos escravos.
Disque o Rei va nuo
e eu digo que a agua,
preferiblente salada,
e fonte de vida
que habedes de apropiaros da sua esencia
para deixar de ser animais odiosos
y recibir a esencia da vida: Cada forma de vida
e maravillosa incluidas vos: A serpes do tempo.
Porque non ai no mais una forma de tempo;
vos sabedes tomar moitas formas y sodes moi
trapaceiras. Unas sodes do tempo rápido e outras do lento.
E, a mayores, ainas de tempos ni lentos ni rápidos,de tempos parados
de tempos estáticos de fotos quietas e paradas de culpabilidade
instantánea, de erros insosteníbeis,de xuntanzas anaformadas
en papiros electrónicos como iste.
No mais dexesaba decirte que che quero, tempo meu.
O TEMPO E UNA SERPE CHEIROSA
"Ágoa sobre as nosas frontes,
serpes cheiradas de odio
deslizándose a carón do miño ánimo
mientras os labios escuman o asco
do voso reptil movemento.
Lémbranos as vosas danzas
o espacio fabuloso do voso tempo
facendo que a nosas ánimas acheguen a estar
tremosas y asustadas
contemplando a vosa danza
sin final e sin propósito.
Serpes implacabeis to tempo
que percorre as nostras vidas
sinuosoamente sobre as nosas
tetas, a nosas nalgas,
habéis de saber que nunca
seremos os vosos escravos.
Disque o Rei va nuo
e eu digo que a agua,
preferiblente salada,
e fonte de vida
que habedes de apropiaros da sua esencia
para deixar de ser animais odiosos
y recibir a esencia da vida: Cada forma de vida
e maravillosa incluidas vos: A serpes do tempo.
Porque non ai no mais una forma de tempo;
vos sabedes tomar moitas formas y sodes moi
trapaceiras. Unas sodes do tempo rápido e outras do lento.
E, a mayores, ainas de tempos ni lentos ni rápidos,de tempos parados
de tempos estáticos de fotos quietas e paradas de culpabilidade
instantánea, de erros insosteníbeis,de xuntanzas anaformadas
en papiros electrónicos como iste.
No mais dexesaba decirte que che quero, tempo meu.
viernes, 12 de marzo de 2010
ESTAMPAS HERCULINAS - 04
EL MAR I LES LLÀGRIMES
Si la sal de les teves llàgrimas
que s'anuncían rera l'horitzó
del meu mar verd, floreixen
deixaría que la meva ànima es marinés
al calor del teu rostre humït.
Batent de valent contra
els nostres cors
la sang faría una escuma
que convocaría mirades perplexes
de peixos bocabadats
que ignoran l'amor.
Després de la plor insoslayable
que tot humà no pot pas evitar
esclataría el nostre riure
al sentir que no necesitem
cap amb per atrapar-nos'en.
Vet açí l'efecte d'una bona sal,
la sal de la vida.
EL MAR I LES LLÀGRIMES
Si la sal de les teves llàgrimas
que s'anuncían rera l'horitzó
del meu mar verd, floreixen
deixaría que la meva ànima es marinés
al calor del teu rostre humït.
Batent de valent contra
els nostres cors
la sang faría una escuma
que convocaría mirades perplexes
de peixos bocabadats
que ignoran l'amor.
Després de la plor insoslayable
que tot humà no pot pas evitar
esclataría el nostre riure
al sentir que no necesitem
cap amb per atrapar-nos'en.
Vet açí l'efecte d'una bona sal,
la sal de la vida.
domingo, 7 de marzo de 2010
ESTAMPAS HERCULINAS - 03
CENIZA
Por afán de no decepcionar a quien está conmigo, limpio la ceniza del cigarro caída en la mesa central de esta sala de un piso de clase baja donde la limpieza tiene buena fama aunque no se ejercite con la frecuencia que sería coherente.
Con mis dedos húmedos de saliva y llevándomelos a la boca, limpio la mesa, compruebo que el sabor es neutro, que la ceniza nada tiene que decirme y me la como sin más, limpiándolos a fondo, los dedos digo y tragándomelo todo.
Lamiendo y comiendo ceniza elaboro el tejido de un sacrificio justo al punto de concebir que ya ha terminado. Está limpio el artefacto que ocupa el centro de una sala habitada solo por fantasmas, por dioses ausentes, por las sombras de los que nos acompañaron y precedieron. Los que nos defraudaron y los que nos confirmaron. Los que nos dieron la vida y los que intentaron quitárnosla. Sea lo que eso signifique la mesa está limpia y mi boca llena de ceniza.
Una educación ejercida en el ara sacrificial ansiosa por que todo esté en orden. Me trago la ceniza pués compruebo que los futuros fantasmas se relajan.
Si para ser veraces es necesario escupir la ceniza, se escupe. Aunque yo reconozco que no me sabe mal y hasta me gusta. Esta ceniza, justamente esta. La mía.
La ceniza es el resto de lo que fue, leve flor gris que cuidar por los que no hemos ardido todavía, delicada esencia del pasado, sustentadora del recuerdo y aviso para los navegantes que arderemos en el horizonte del tiempo.
Está buena la ceniza. No sabe a nada.
CENIZA
Por afán de no decepcionar a quien está conmigo, limpio la ceniza del cigarro caída en la mesa central de esta sala de un piso de clase baja donde la limpieza tiene buena fama aunque no se ejercite con la frecuencia que sería coherente.
Con mis dedos húmedos de saliva y llevándomelos a la boca, limpio la mesa, compruebo que el sabor es neutro, que la ceniza nada tiene que decirme y me la como sin más, limpiándolos a fondo, los dedos digo y tragándomelo todo.
Lamiendo y comiendo ceniza elaboro el tejido de un sacrificio justo al punto de concebir que ya ha terminado. Está limpio el artefacto que ocupa el centro de una sala habitada solo por fantasmas, por dioses ausentes, por las sombras de los que nos acompañaron y precedieron. Los que nos defraudaron y los que nos confirmaron. Los que nos dieron la vida y los que intentaron quitárnosla. Sea lo que eso signifique la mesa está limpia y mi boca llena de ceniza.
Una educación ejercida en el ara sacrificial ansiosa por que todo esté en orden. Me trago la ceniza pués compruebo que los futuros fantasmas se relajan.
Si para ser veraces es necesario escupir la ceniza, se escupe. Aunque yo reconozco que no me sabe mal y hasta me gusta. Esta ceniza, justamente esta. La mía.
La ceniza es el resto de lo que fue, leve flor gris que cuidar por los que no hemos ardido todavía, delicada esencia del pasado, sustentadora del recuerdo y aviso para los navegantes que arderemos en el horizonte del tiempo.
Está buena la ceniza. No sabe a nada.
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