PALAMEDES SOUSA
PALAMEDES SOUSA EN SU ANIVERSARIO DE 2021
El setentatrigésimotres aniversario de Palamedes Sousa le pilló desprevenido,
otra vez un nueve de Septiembre,
y entre la melancolía y la percepción de que su mundo ya se había desvanecido
decidió ponerse en movimiento. De sus amigos le había quedado la impronta
de nunca quedarse quieto aunque las fuerzas pareciesen fallar.
"Mejor la calle que la cama" recordaba que le dijeron todos y el último de ellos.
La diferencia con sus ausentes era precisamente eso, el movimiento,
así que se puso el traje antibacteriano de neopreno, su mochila social de sustento
donde refulgían con diversos colores las pastillas de alimentos.
Cubrió su cara con una mascarilla de último modelo
que había comprado por neocom firmando pagos sin descuento.
Subió lentamente aquella montaña cerca de su habitáculo desde donde podía percibir
las ruinas de su barrio, las ventanas abiertas a los cuatro vientos
donde habian habitado las almas y los cuerpos de quienes le habian precedido
en el conocimiento de los dolores y soledades de los que los humanos hacen intercambio,
siendo su memoria sin embargo generosa con los buenos y los malos.
Recordaba aquella montaña fresca, cuidada, llena de gente diferente
donde se podían leer sobre la yerba fresca las noticias en las cuales nadie veía
el perfil de las sombras del presente.
Siguió subiendo hasta llegar a contemplar el mar marrón y el
sol rojo oscuro permanente, hizo su último banquete
de alimentos sintetizados en granjas de todo el orbe y siete tragos de gloquinol
que le ayudaron a moverse en la dirección en la que todos estamos destinamos a ser movidos o moverse.
Se deshizo del traje, de la mascarilla y minutos después desnudo, antes de desvanecerse
sobre las nuevas poseidoneas terrestes se dijo: "Ha sido suficiente".