viernes, 23 de diciembre de 2011

ASCOT

Mis dedos están inquietos como diez caballos
deseando salir de los portillones que les cierrran el paso antes de la carrera.
Se abren las compuertas y comenzamos a correr sobre el teclado.
De momento parece ser que "u" no tiene muchas adhesiones y se paga 15 a 1.
Quedan cinco vueltas y al finalizar la primera se cerraron las taquillas de apuestas.
"i" va quinto y los dedos siguen tecleando mientras el deseo ruge
y la reina se hace traer sorbetes desde su finca cercana, apretando en la mano sus apuestas.

Pamelas y chisteras, bastones ducales y palabras, palabras que salpican barro al paso de los dedos
sobre nuestros ojos mientras van ganando las vocales habituales en el húmedo hipódromo de plástico .

Queda una vuelta y rompo mis boletos pues la letra por la que aposté se ha caído
y con ella el jinete que me representaba.

El año que viene apostaré otra vez aunque preferiría no hacerlo.

viernes, 16 de diciembre de 2011

ASTRONOMIA DE LA AMISTAD

Las horas moribundas por tu ausencia,
las doy por perdidas,muertas ya
en el océano de mi existencia solitaria.

Caen los segundos, los minutos, las horas,
los días, los meses y los años
y la soledad se espesa en grumos
como lo hacen las galaxias
que se separan desperdiciando su luz
en el vacío que las distancia.

A medida que caemos en el fondo de las edades
se acelera el egoísmo del sálvese quien pueda
precipitándonos en el negro agujero
de la inexistencia.

La espiral que nos ciñe al momento del ocaso
es irremediable pero podemos compartirla:

¡Dame tu mano!

lunes, 12 de diciembre de 2011

EL SILBO

Hay una manera de gritar
que no consiste en elevar la voz
y la aprendí en Tenerife
una noche de ruido y samba
donde mi voz natural no era escuchada.

Practiqué el silbo insular,
puse mis caprichos en los labios
y silbé silbidos que bajaban a los valles
y se encimaban a las montañas
de páginas que llevaba en el bolsillo.

Hoy alguien lejano, aquel que escribió ese libro
me silbó esta mañana
y sentí que habitaba un valle
frondoso de ideas y tareas comunes
que hace tan solo un año ni imaginaba.

Algo de esto importa en la vida,
estoy casi seguro:
Las almas gemelas disponen de
algunas estancias abiertas
y perras como son,
solo necesitan un silbido firme
para concordarse.

El resultado es sumamente delicioso.

Creo que estoy hablando del amor

lunes, 5 de diciembre de 2011

MUSA QUE ABUSA

¿Quién me iba a decir a mí
que me ibas a sacar de la cama
a altas horas de la madrugada
llenándome del deber de escribir
tontas ideas versificadas?.

A mi edad, siendo perito en nada,
te aprovechas de mi insomnio
cuando busco tan solo el sueño
en mi cama y tirando de mi mano
me levantas inyectándome
la sed de decir estas palabras.

Aquí me tienes copiando,
como albacea de tu legado,
la herencia que otorgas a la gente
a través de un sonámbulo,
esta inspiración inusitada
con la cual me has embargado.

Esas palabras son tuyas
y tú tendrás que responder
por privarme del sueño
y de como estaré mañana.

viernes, 2 de diciembre de 2011

ERÓTICA DE LA POESIA

Cuando la musa se presenta
exige lo máximo, no te da respiro,
no deja que te despistes en otras aficiones.

Mi musa Urania es celosa y me suelta unas collejas monumentales
si mi mente navega fuera de lo que ella propone: Astronomía y poesía didáctica.

He de reconocer que ambos dos temas me atraen y habría de serles fiel.

Esta noche, sin embargo, quiero proclamar mi entrega a Urania para ver si así,
con esa manifestación pública se distrae un poco, se relaja
y me deja tranquilo pues ya estoy hasta aquí mismo de hacer versitos
porque ella me lo exija. !Quiero descansar, no puedo más¡
PESCA

Se diría que la noche era estrellada
y en las primeras rocas el agua del mar se escurría
mientras el frío iba subiendo por mis piernas
y mis dedos casi no acertaban a formar los nudos
del anzuelo que anclaba a mi esperanza.

Lluvia, frío, pasión, noche oscura, rumor del mar,
rocas peligrosas, horizonte en fuga, olas irregulares,
caña, plomo y cebo !Ahora!

Esperar, esperar, tensar la caña, sentir el fondo del mar
lamerse las gotas de lluvia, encender un pitillo en plena borrasca,
tensar, tensar, sentir la marea en la punta de la caña,
el ir y venir de las algas tirando engañosamente
mientras el anzuelo se pregunta que hace allí
con una funda de carne en el fondo del mar..

A quince metros sobre el mar bronco,
salpimentado de espuma blanca
me tenéis con los pies mojados bien fijos
sobre una roca que retiene el empuje de las olas
a las dos de la madrugada.

Pasan los astros, pasan las horas y pasan
aviones, satélites y pensamientos decantados
en el barreño del olvido donde residirán
los restos de lo que hemos sido.

Llegan las olas unas tras morir en las rocas
mientras las demás lo hacen en la playa
con menos teatro y más elegancia.

Un telegrama. En la caña un telegrama
de agitadas pulsiones, mi corazón se acompasa
con esa llamada y siento en mis manos
el destino de una belleza que he de capturar.

Miro a la Luna y calculo que son las cinco de la madrugada
la caña se dobla vibrando como un junco en la tormenta
y tiro tiro suavemente del sedal mientras lo voy enrollando.

Pienso en los míos, en el orgullo de una buena caza,
algo muy primitivo me embarga y sigo tirando.
Entre la espuma del las olas del mar bronco
un pentágono blanco, un mosntruo marino,
ofrece a la luz de la Luna su vientre blanco
mientras las olas intentan arrebatármelo

jueves, 1 de diciembre de 2011

EL BRULL - 1979

Otoño se apagaba como es costumbre
y fuimos a veros entre hojas muertas
y senderos rumorosos, lejos del murmullo
de aquella lluvia que no paraba de caer
sobre aquella tierra Occidental;
ninguno de los dos deseaba
ser acogido en ella definitivamente.

Allí estabais entre castañas
que caían en la carretera,
entre colores más bonitos que el verde.
Allí, vosotros, nuestros amigos
de los que nos habíamos alejado,
nos recogísteis.

En un mundo tan diferente, tan azul
y contrario al gris del nuestro
al que que no conseguíamos acostumbrarnos
ni siquiera con el olor de los magnolios
que decoraban nuestra cárcel, aquella ciudad,
allí, en otro mar ¿Como decirlo sin contradecirse?,
más dulce y salado, os volvimos a encontrar.

En términos de vida no fue una ausencia larga
pero en lo tocante al sentimiento
llegó a ser insoportable la profundidad
de aquella distancia
y cuando nació Iris decidimos volver
porque supimos que para ella y nosotros
era imprescindible vuestra proximidad.

Por eso aquella noche en el Brull
puse mi cabeza en tu regazo
mientras oía charlar a los amigos
y las olas de tu vientre,
interpretando una calma infinita,
me enseñaron una música
que todavía perdura en mi conciencia.

Volviendo, acertamos.