(Copla malvada)
Amanecen carámbanos
colgados de los olivos.
Son las lágrimas del frío
de la estepa castellana
Las tórtolas ateridas
picoteaban semillas
de las matas congeladas
comiendo, bebían agua.
La niebla se levantaba
y también las palomitas
y con ellas mi mirada
con la escopeta apuntaba.
¡Que desplume afortunado
Tres cayeron hacia el alba.
¡Corre Chimo, dije al perro!
Pasmado el perro, pues nada.
Tres perdices en la tierra,
un perro desobedien
y un sillón que me esperaba
en el Norte de Castilla.