GANAS
Ganas
de amar aquello que perderé bien pronto
mucho
antes de lo que creo, en una ocasión
que,
desde adulto, no me atrevo a considerar inesperada.
Ya
no estarán conmigo las brisas,
las
miradas de los vecinos,
entre
ellos aquella que tú y yo sabemos,
los
perros encantados con mis caricias,
sus
rabos alegremente agitados
y
el amor triste que acompaña,
la
sangre fraternal derramada
en
una marea inesperada
de
olvido ,de desprecio, de ignorancia
que
arrebató mi infancia y mis miradas
de
las calles que corrí hace ya tantos años...
La
arena mojada de una marea baja,
el
teléfono que me acompaña,
la
lluvia granizada que desde mi infancia cae
en
mis desabrigados hombros de niño,
enamorado
de una madre que no lo estaba.
Cuando
me vaya dejaré tranquilos a los peces
que
acosaba en las clarecientes madrugadas
de
aquella playa, haciéndolo con estilo
tan
solo con un cebo y una caña.
También
te dejaré, seas quien hayas sido,
cuando
mis átomos se incorporen al mundo,
saliendo
el humo de mis rescoldos
colaborando
al desastre climático
y
las cenizas volando sobre las aguas de Baldaio
cuyas
playas durarán cuatro mil quinientos millones de años.
Al
final el Sol nos reunirá a todos en el olvido
cuando
su propia vida confortable termine
y
habremos sido irrelevantes para una Galaxia
acostumbrada
a semejantes cataclismos.
Seas
tú, cuando me leas, venerada
porque
si algo de mi vida ha valido la pena
fue
conocerte las múltiples facetas
de
tu geometría variable: La compañera,
la
puta, la madre, la amante,
la
amiga exigente y también la implorante.
Como
las nubes que cambian de forma,
si
te tiendes entre el espliego y el trigo,
dejando
que caiga la lluvia de los recuerdos
sobres
tu pechos, sobre tu ombligo,
sobre
tu memoria hasta el último momento,
hasta
el olvido total, cuando ya
ni
tú ni yo seremos nada,
puedes
adelantarte a tus penas
porque
habrás vivido.
Sabiendo
todo esto, siento ganas de amar
todas
aquellas pequeñas y grandes cosas
que
suceden a través de mi cuerpo,
vista,
oído, olfato, gusto y tacto,
como
si él fuera el depositario
de
la memoria de mis actos.