viernes, 29 de junio de 2012

SI LLEGARA EL CASO


Me olvídaría de la memoria,
retándola en su propio patio
lleno del limo de la nostalgia y le diré:

“No te reconozco, pues para ya nada me sirves.
Soy quien puede delatarte;
denunciar la necia influencia que pretendes
ejercer sobre mis recuerdos,
depositando sobre ellos tu niebla,
cubriéndoles de tinieblas.
Vivo cada día la vieja experiencia
de ser quien soy y tú tratas de pervivir
en mi consciencia con objetivos nada claros
que son propios de un carácter rencoroso,
hurgando en mi pasado como un gusano,
ansioso por devorar mis recuerdos”.

La memoria no sirve para nada
y su elogio está fuera de la moda
de quien vive el día a día
como una experiencia nueva.

viernes, 22 de junio de 2012

LA PRIMERA TELARAÑA, EL PRIMER MIRTO, EL PRIMER NIDO Y LA PRIMERA DELICOSA SOLEDAD EN LA DISTANCIA

Hoy sé que en aquella excursión que hice con cuatro años exploré tan solo dos hectáreas que contenían el mundo entero; estaría dispuesto a relatarla, tal como hizo Homero pero Penélope insiste en que me pruebe una bufanda.

jueves, 21 de junio de 2012


GANAS



Ganas de amar aquello que perderé bien pronto

mucho antes de lo que creo, en una ocasión

que, desde adulto, no me atrevo a considerar inesperada.



Ya no estarán conmigo las brisas,

las miradas de los vecinos,

entre ellos aquella que tú y yo sabemos,

los perros encantados con mis caricias,

sus rabos alegremente agitados

y el amor triste que acompaña,

la sangre fraternal derramada

en una marea inesperada

de olvido ,de desprecio, de ignorancia

que arrebató mi infancia y mis miradas

de las calles que corrí hace ya tantos años...



La arena mojada de una marea baja,

el teléfono que me acompaña,

la lluvia granizada que desde mi infancia cae

en mis desabrigados hombros de niño,

enamorado de una madre que no lo estaba.



Cuando me vaya dejaré tranquilos a los peces

que acosaba en las clarecientes madrugadas

de aquella playa, haciéndolo con estilo

tan solo con un cebo y una caña.



También te dejaré, seas quien hayas sido,

cuando mis átomos se incorporen al mundo,

saliendo el humo de mis rescoldos

colaborando al desastre climático

y las cenizas volando sobre las aguas de Baldaio

cuyas playas durarán cuatro mil quinientos millones de años.



Al final el Sol nos reunirá a todos en el olvido

cuando su propia vida confortable termine

y habremos sido irrelevantes para una Galaxia

acostumbrada a semejantes cataclismos.



Seas tú, cuando me leas, venerada

porque si algo de mi vida ha valido la pena

fue conocerte las múltiples facetas

de tu geometría variable: La compañera,

la puta, la madre, la amante,

la amiga exigente y también la implorante.



Como las nubes que cambian de forma,

si te tiendes entre el espliego y el trigo,

dejando que caiga la lluvia de los recuerdos

sobres tu pechos, sobre tu ombligo,

sobre tu memoria hasta el último momento,

hasta el olvido total, cuando ya

ni tú ni yo seremos nada,

puedes adelantarte a tus penas

porque habrás vivido.



Sabiendo todo esto, siento ganas de amar

todas aquellas pequeñas y grandes cosas

que suceden a través de mi cuerpo,

vista, oído, olfato, gusto y tacto,

como si él fuera el depositario

de la memoria de mis actos.
MODERNIDAD DE LA ESCATOLOGIA

"No tengo conciencia de haber hecho nada malo", dicen que dijo en su dimisión. Si la máxima autoridad judicial, el cuarto en el protocolo del estado, cree de verdad que pagar caprichos personales con dinero del estado no es nada malo me pregunto si me siento amparado por la Justicia y retóricamente me respondo que no. Creo que el Fiscal del Estado tampoco me ayudaría porque escurrió el bulto ante la urgencia de extraer semejante sanguijuela de las elevadas cumbres del Estado. Observo la modernidad del Marqués de Sade, pensaba que sus escritos relataban fantasías personales pero veo que hablaba de lo que sigue pasando.

¡Ay!, estaría escribiendo toda la tarde pero cedo mi lugar a los colegas del foro. Un saludo a todos.

martes, 19 de junio de 2012


TEORIA DE LOS PARÉNTESIS EN LOS DIÁLOGOS

Sospechando que las distintas neurosis de cada uno dificultan la comunicación mútua, la sospecha pasa de ser un concepto teórico a una experiencia que denominaremos "frecuente sufrimiento emotivo durante el diálogo y más en la discusión".

¿Qué hace que sintiéndose uno transparente durante un diálogo o discusión, dispuesto a escuchar, a comprender, salte una llama exacerbada de desesperación por no conseguir transmitir aquello que es parte de nuestro sistema de ideas o de nuestra manera de comportarnos?.

En mi caso una de las dificultades es que soy polémista y exigo paréntesis cuando una frase que me dicen altera, inocentemente o de manera engañosa, el hilo de la conversación. En esos casos, cuando interrumpo para aclarar lo dicho se me suele contestar que me espere a que el Otro termine. Con frecuencia contesto que no voy a tomar nota de lo que se me dice para convertir el diálogo en una sucesión de monólogos taquigráfiados en la memoria inmediata. Además, no siendo rencoroso, la tengo muy mala para recordar lo que me ha hecho daño, me ha decepcionado. Aunque para lo que no comprendí, la tengo estupenda.

Manejar bien los paréntesis, no perder el hilo, introducir matices, son parte del arte dialogatoria. No aceptar lo que se dice, el deseo para comprender mejor con una pregunta lo que no se comprende, no es un ataque al discurso sino una mejora del diálogo. Eso creo yo.

Cuando se dialoga sin tener en cuenta la personalidad del Otro no funciona el ser muy tranparente porque intentando que comprenda más allá de lo que a él le es factible se le lleva a una posición defensiva, dado que él no es necesariamente igual que tú. Hay que saber si tu dialogante admite paréntesis. A los que nos gustan los perétesis lo sabemos a la primera interrupción que les hacemos.

He llegado a la conclusión teórica, otra cosa es que sepa llevarla a la práctica, de que para dialogar bien, incluso discutir polémicamente, debo reprimir el impulso de exponer todo mi interior con fluided y dedicarme a intuir, mientras escucho, cuales de mis ideas serán comprendidas por quien habla comigo.

Es entonces cuando aparecen las diversas modalidades del silencio. Manejar el silencio con estilo y que produca una buena comunicación es una sabiduría que a los que hemos practicado el entusiasmo, la desvergüenza y la transpariencia durante toda la vida nos cuesta practicar.


Estamos en ello.

Tendremos que decir lo que nos callamos por otras vías, como la poesía, los relatos, el canto, el hablar consigo mismo, en definitiva algo de arte menor para no tener siempre la verdad en la boca y ofender a quien no tiene la culpa de que seamos tan complicados y presentar nuestra verdad en un medio que nunca ofenderá a aquel que se arriesgue, activamente, a entrar en nosotros mismos sin cortapisas ni prejuicios.

jueves, 7 de junio de 2012

ESCENAS DEL BARRIO 01 - ÁNGELES QUE PASAN

Hay en los estancos últimamente muchachas adolescentes elegidas por su talento comunicativo y otros mas obvios a la mirada.
Te suelen preguntar si eres fumador para comenzar a enredarte. Ves a tu hija trabajando y con paciencia y una sonrisa le respondes que claro que lo soy por eso estoy en un estanco.
¿Qué tabaco fuma?, preguntan y yo digo Dunhill lo cual no suelen entender.

Pero ayer la chica menos agraciada de todas las que habia visto en el estanco de mi barrio no me preguntó si era fumador. Fue directa al asunto y me dijo: "¿Que fuma usted?"
Le respondí que fumaba Dunhill mi marca preferida, apoyando mi respuesta con la siguiente frase: "Si me mato quiero hacerlo con el veneno que tenga la mejor calidad, Dunhill es lo que fumo".
Y ella respondió: "Bueno lo que es al final todo es lo mismo". ¡Toma!

Me quedé desconcertado y respondí: "Me gusta tu frase, la pensaré durante el día. Si mañana estás aquí te diré si la hago mía".

Durante el día me reafirmé en que si he de matarme habría de ser con las galas de un veneno muy superior a los que he probado desde que tengo conocimiento y tenia preparada mi respuesta.

Al dia siguiente había una rubia espectacular que al preguntarme si era fumador la ignoré suavemente, sin ofenderla.

¿Donde andará aquella chiquilla que apuntaba maneras de poeta?
VERSO ASALTADOR

"La lluvia caía sin decirnos nada"
dice Walter Neef (Fred MacMurray) en "Perdición" (Double Indemnity) de Billy Wilder - 1944

Se pasa uno toda la vida buscando un verso y se lo encuentra en una peli que tiene 68 años.
Para tirar los trastos y dedicarse a otra cosa. Dime si no.

miércoles, 6 de junio de 2012

OCTAVA REAL DEDICADA AL HUMOR

¿Donde reside el sentido del humor?
¿En que víscera tiene su morada?

¿Cual es su esencia, su calidad mejor?
¿Quizá la del acero de la espada

clavándose en la tristeza, sin dolor,
provocando una feliz carcajada?.

Malentendidos hay cada momento
mas solo el humor los escampa al viento.
SONETO ROTO ( y ya van dos )

Para cuando me arrebate la Nada
preparo mi mochila, mi viaje.
Ligero sí, ligero mi equipaje
que, sin embargo, lleva tu mirada.

Caronte extiende su mano cansada
de tanto remar. Pide su peaje
y le entrego el recuerdo que me traje
de ti y de tu casa arrebatada;

Satisfecho yo también por esconder
en la mochila el color de tu pelo,
pasando de contrabando aquel placer

de ver eternamente tus mechones,
la gracia de un color que, enamorado,
disfrutaré mirando por eones.
PALAMEDES SOUSA Y LA TECNOLOGÍA

Algo de respeto sentía Palamedes Sousa
a lo largo de toda su experiencia cotidiana
hacia los seres y objetos que le reodeaban
... hasta el punto que cuando se afeitaba
decía salmos de despedida
a los pelos que de la barba se cortaba.

Le costaba desprenderse de la ropa vieja
de la ropa extremadamente usada
durante años pues aquellas prendas
más que nadie le habian acompañado
en contacto con su piel, las más íntimas,
y dándole apariencia en la sociedad
las más exteriores entre las que destacaban
los tres o cuatro pares de tirantes
que, a modo de jarcias, utilizaba.

Palamedes Sousa según su estado de ánimo
calzaba tirantes rosas, blancos,amarillos
y a veces de cuatro barras tornasoladas
elevando el confort de su prestancia
mientras, según fuera el día, se quedaba en casa
o paseaba.

Palamedes Sousa mientras caminaba,
fuera o dentro de su casa,
miraba donde ponía el pié,
evitando cualquier imprecisión
que alterara el orden de la vida
de la más humilde criatura
que a sus pisadas se arriesgara.

Ayer su sobrina le trajo un nuevo teléfono
y le llegó a demostrar la ventaja
de olvidarse del viejo.

Palamedes Sousa cuando con su sobrina estaba
la verdad es que disfrutó de los avances técnicos
que la nueva criatura metálica
en su casa entraba.

Mas cuando llegó la noche
y siguiendo los consejos de aquella dulce niña
comenzó a desmontar su viejo teléfono
pidiendo a cada paso perdón por las roturas
que según las normas de la seguridad
eran del todo imprescindibles,
no se sentia en modo alguno de alborada.

Palamedes Sousa es un animista
que a medida que desmonta su viejo teléfono
no puede evitar volver a encenderlo
a ver que cosas todavía recordaba
hasta que la máquina no dijo nada
y entonces, sin mirar a la nueva,
que seductoramente le esperaba,
sintió una pena profunda
una pena muy rara.

viernes, 1 de junio de 2012

SONETO ROTO PARA DOS NUEVOS TRIPULANTES

La suave tarde corre acelerada
hundiéndose en la noche que la espera
más allá del horizonte de la esfera
que nos sirve a todos de morada.

Siempre hacia el ocaso, nuestra mirada
elige del camino la cimera
cumbre de nuestra esperanza primera:
Vivir sin caer en una celada.

Llegó el momento cuando nos convienen
ideas claras, la tarde perece,
pariendo un mundo, estamos de parto.

“Los hombres van y vienen
pero la Tierra permanece”.
Eclesiastés, 1, 4º