LAS POZAS

Las pozas de Baldaio son el inconsciente del mar. Basta que te acerques a una de ellas y te quedes quieto. Allí donde nada verías si pasases apresuradamente, comenzarás a ver las pequeñas criaturas de variedad infinita que sustentan el primer escalón de la vida marina: Unas quisquillas que otean las aguas a ver que se cae; unos alevines de sargo ya con su nota de color negro en la cola; una estrella de mar siniestra que se mueve letalmente buscando un bivalvo que digerir y el Sol haciendo luces de aguas en el fondo de la poza. Mientras filosofas y observas lo que no verías si no te hubieras detenido, de repente un niño riendo salta en la poza y chapotea como el rey de la creación y te exige su realidad. Vida.