miércoles, 23 de enero de 2008

Baldaio para principiantes - 19
LOS VIVOS Y LOS MUERTOS Detente en un camino de Baldaio y siéntete rodeado de vida, incluso de la vida oculta de las piedras. Si el tiempo no resulta desagradable puedes pararte mucho rato dialogando con las mazorcas de maiz y admirando su perfección geométrica engalanada por el penacho rubio que se desmaya sobre ellas..
Te aseguro que podrás abrazarte a un arbol sabio por viejo, abrazarte muy fuerte y sentir como la realidad de tú corazón latiendo al unísono del suyo aunque no sepas donde lo tiene.
Vas caminando y todo está lleno de vida: Las flores, los pájaros, las plantas, los amigos, y los trillones de bacterias que nadan en el aire.
Te recomiendo pararte en una tarde ante una flor y hablarle como se habla a una gata. Ya verás que te contesta.

Entre tanta vida caminas lentamente y te acercas a la hermita de Santa María de Rebordelos que a su campanario te podrás encumbrar y disfrutar atónito de la belleza del valle de Baldaio.
Apartas la vista porque no puedes soportar tanta belleza y ves un cementerio humilde con dos corredoiras de muertos todos formalitos enfilados en sus nichos.

No hay imágenes elocuentes, no hay panteones. Hay apellidos. Y a poco que te dediques puedes ir entralazando la lección que los muertos nos dan desde su silente descanso. Aquí ese apellido se repite pero los años son diferentes. Aquí esos apellidos son más nobles y enraizados que los de los académicos de "A Academia das Letras Galegas" (ADLG ).
Si sabes hablar a los muertos como a una gata tambien oirás su respuesta.