PHOTOSHOP CON LA MEMORIA

Estás subido en lo más alto de “A Pedra do Sal” y Madre se ha puesto hace media hora pero todavía hay luz diurna y oyes graznidos hacia el Norte. Miras y te quedas casi aterrado: Miles de gaviotas en el cielo van cubriendo el horizonte hacia el Oeste. Van a dormir a la islas Sisargas.
Mientras sigues su evolución hacia dentro del mar observas en las aguas próximas a la orilla unas tenebrosas aletas negras. Miedo innecesario. Es una famila de delfines que están acorralando a las sardinas contra la orilla de la playa. Cuando las gaviotas ya están lejos, acercándose a las islas, los delfines ya han cenado y entonces ves a dos saltando bravamente y totalmente fuera del agua dándose un beso en la boca cuando están en el punto más alto y se dejan caer en un desmayo que intuyes feliz, chapoteando en las olas para volverlos a ver segundos más tarde hacer la misma pirueta.
Y si estas descalzo, como me pasó a mí, sentirás que un cangrejo bastante grande te está limpiando las uñas de los piés con sus pinzas y su boca. Delicioso.