NAUFRAGIOS

Hoy no obstante, la mar sigue escribendo historias en sus playas. Cuando cojes una bola verde de cristal recio entrelazada con cuerdas húmedas mientras te la llevas a la cara y sientes su viaje piensas , mirando al horizonte, ¿De que red se ha desprendio? ¿De que barco salió? ¿Quién fué antes que yo la tocó?. ¿Un marinero joven de Malpica? . ¿Una mujer que echó al mar todos los arreos de su difunto marido golpeado por la marejada? Sigues interrogando al pecio humilde y pasan las horas….
Y si lo que flota entre las pequeñas olas de la marea baja es una caja de naranjas, la abres y te la desayunas sientes la alegría de encontrar un tesoro y corres hacia tus amigos para ofrecerles lo que la Mar nos ha dado.
Pero no todo es trascendencia y pensamientos graves. La playa te ofrece cantos rodados de mil colores y texturas deliciosas. Y si los mojas brillan más al sol y calientan tu mano con su corporeidad. Y es entonces cuando te dás cuenta que “The Rolling Stones” era una banda de pirados con un nombre precioso.