MPRESIONISTAS ANTES DE LA CENA

Los matices cambian, la lujuria de la vista te fascina con las cortinas de colores que crea el ocaso. Una bomba de vida, una tremenda explosión atómica y lenta, se sumerge en el mar mientras pinta el cielo con colores entre los cuales serás afortunado si logras ver el verde.
Mientras centenares quizá miles de gaviotas, cubren el cielo en busca de sus rincones para dormir en las islas, la noche educadamente se aproxima silenciosa. Es una tarde cualquiera que echarás de menos en la vuelta a la gran ciudad cuando desparrames tus conchas y tus piedras sobre la impoluta mesa de la cocina.
Un maravilloso aperitivo estético para la cena y las cartas que nos esperan. Llueve.