martes, 29 de noviembre de 2011

JACA

El día aquel fue necesario
que todos lo hubiéramos vivido.

Una romería de entusiasmo,
un goce gigantesco de amistad ,
pletórico de inocencia curiosa
que caminaba por sendas eróticas
de mirtos, espinos
y nubes de tormenta en lo alto.

Por la noche las polillas
nos imitaban copulando
mientras nosotros
íbamos creciendo.